Andrés Maclean
Entrevista
Hecho en Bolivia
En el lente de
Andrés Maclean
Ficha técnica
Nombre: Andrés Maclean.
Lugar y Fecha de Nacimiento: Santa Cruz, 5 de octubre de 1992.
Cámara: Nikon Z6.
Lentes u Objetivos: 24-70mm f/2.8, 16-28mm f/2.8 y 70-200mm f/4.
Intro
En Instagram Andrés es @theboliviantraveler, haciendo referencia a su pasión por viajar, la cual combina perfectamente con el arte de la fotografía que cultiva desde sus 17 años, cuando pasó su primera clase de fotografía analógica en el colegio, tres años después recibió una cámara réflex digital como regalo de su papá. Y casi una década después, disfruta de cubrir eventos culturales en diversos países del mundo y, por supuesto, captura postales fantásticas de Bolivia, utilizando su cámara como “escudo”, la cual le da la valentía para encarar cualquier desafío.
Entrevista
¿Qué te motivó a ingresar al mundo de la fotografía?
Tuve la oportunidad de mudarme mucho en mi adolescencia y poder viajar por mi cuenta desde temprana edad. Mientras más viajaba, mejores fotos quería sacar y así esas dos pasiones fueron creciendo de la mano.
¿A qué fotógrafos admiras dentro y fuera de Bolivia?
En Bolivia un referente para todos es Willy Kenning por sus ganas de mostrar Bolivia en profundidad y por su lado aventurero. Actualmente estoy disfrutando el trabajo de Michael Dunn para capturar momentos muy simples de una manera impresionante. En el exterior, las personas que me inspiran mucho son el californiano Chris Burkard, el belga Johan Lolos, el brasileño Sebastiao Salgado y el inglés Jordan Hammond.
¿De que se trata el trabajo fotográfico que realizas y cuáles son los estilos que te gustan más?
La gran mayoría de mi trabajo está enfocado en viajes y todo lo que rodea a un destino: sus paisajes, sus tradiciones y sus personas. Mi foco principal está en tratar de transmitir mis sensaciones en el resultado final. Y a pesar de que mucha gente piensa que soy paisajista, yo me considero un fotógrafo de viajes en general. ¿A qué me refiero con esto? Pues que cada viaje que hago es diferente, algunos están más enfocados en aventura y naturaleza, otros en experiencias culturales, y otros en conocer personas y contar sus historias.
¿Qué buscas transmitir con tus fotos o con tu trabajo?
La fotografía siempre ha sido la manera de poder canalizar mis experiencias personales (de viaje) de una manera auténtica. Si en el camino inspiró a alguien para que decida viajar más o iniciar una aventura, para mí es increíble.
¿Qué opinas del contexto actual de la pandemia en relación al trabajo fotográfico?¿Te afectó directamente?
Como a casi todo el planeta, me ha afectado como persona y como fotógrafo de viajes, pero he tenido la oportunidad de descansar y enfocarme en sacar productos digitales, que me llevó al lanzamiento de mi tienda online de fotos; y también tuve la suerte de hacer algunas producciones para marcas nacionales como director y productor. Estoy apreciando mucho el tiempo en casa y todos los retos que ha traído la pandemia, pero una vez que se pueda arrancar de nuevo, saldré con todas las ganas de contar historias impresionantes.
¿Vives de la fotografía?¿Es rentable?
Tengo la suerte de dedicarme a tiempo completo a la fotografía hace casi 5 años y para mi ha sido un negocio rentable con lo que puedo apoyar la mayoria de mis viajes y proyectos.
¿Qué nos puedes decir de las fotografías que presentas en este número?
Desde que regresé a Bolivia hace 3 años, mi trabajo se ha enfocado en mostrar la diversidad de Bolivia a través de sus paisajes, su cultura y su gente. Somos afortunados de vivir en un país donde tenemos tanta diversidad y resaltar eso a través de mi trabajo es un lindo recordatorio para apreciar, querer, conocer y explorar lo nuestro.
¿Cuál consideras que es la mejor fotografía o las mejores fotografías de la serie que presentas para Lumen?
¡Uff, es la pregunta más difícil! Cada una es muy peculiar con lindas historias detrás. La de la “Diablada Urus” es una foto que me encanta porque logré capturar la belleza de una tradición nuestra en plena acción en mi primera vez en el Carnaval de Oruro. Otra que me trae mucha paz es la de la señora cosechando café cerca a Samaipata, me acuerdo que llegué y vi su sombrero contrastado con todas las plantas y fui corriendo a traer mi 70-200 para poder lograr esa foto. Todas son especiales para mí porque muestran una visión de nuestro país desde mi perspectiva.
¿Qué sientes al capturar cada rostro dentro de la diversidad que tenemos en el país?
Capturar retratos durante mis viajes en Bolivia siempre es un lindo reto. Culturalmente hablando, a la gente aquí no necesariamente le gusta que le saquen fotos, entonces es necesario acercarse con mucha paciencia y empatía para poder lograr un resultado bueno. Poder retratar a nuestros compatriotas me llena de orgullo y siempre me deja sorprendido.
¿Podrías decir que toda Bolivia ya pasó por delante de tu lente?¿Qué lugares te faltan fotografiar dentro del país?
¡Para nada! Me faltan muchos lugares y tengo muchísimas ganas de explorar más a fondo todos los rincones de Bolivia, por ejemplo, el Madidi, Toro Toro, los caminos entre La Paz y Beni, y la frontera entre Chuquisaca y Potosí.
¿Qué mensaje les darías a los nuevos fotógrafos/fotógrafas y sobre todo a los que trabajan estilos similares al tuyo?
Creo firmemente que la intención con la que uno decide trabajar y sacar fotos tiene que ser lo más importante. Más allá de enfocarse en la técnica perfecta, aprendan a capturar la esencia de los momentos claves. Al poder reconocer estos momentos, les dará también tiempo de disfrutarlo para ustedes mismos, ayudándolos a crear fotos con mayor sentimiento y significado.
“La fotografía siempre ha sido la manera de poder canalizar mis experiencias personales (de viaje) de una manera auténtica.”