Lesly Moyano
Entrevista
Memento Mori
En el lente de
Lesly Moyano
Ficha técnica
Nombre: Lesly Moyano «@electrodomestico».
Lugar y Fecha de Nacimiento: Cochabamba, 3 de julio de 1981.
Cámara: Canon 60D, Huawei p9.
Lentes u Objetivos: Canon 50mm f/1.4, Canon 70-200mm f/2.8.
Publicaciones y reconocimientos:
Estudios: Lic. Bellas Artes, Diplomada en Curaduría de Arte Contemporáneo y Diplomada en Fotografía Artística y Contemporánea. Actualmente cursando un Diplomado en Educación Superior.
Intro
Considera que el fotoperiodismo es una de las mejores escuelas para quienes apuntan a hacer de la fotografía una profesión. Lesly Moyano, que se considera más una artista que una fotógrafa, es la elegida de Lumen para presentar su trabajo “Memento Mori”, en el cual ya trabaja durante varios años buscando una resignificación de la muerte.
Entrevista
¿Desde cuándo estás en el mundo de la fotografía?
Desde hace unos 7 años más o menos.
¿Qué te motivó a ingresar al mundo de la fotografía?
Siempre estuvo ahí. El otro día revolvía una caja llena de fotos familiares, analógicas, y encontré unas que yo saqué, habría tenido unos 15 años más o menos. Me di cuenta de que siempre tuve la misma mirada y la misma curiosidad por los instantes y la luz. Un día las cosas dieron un giro y decidí comprarme mi humilde Canon 60D con un lente 50 milímetros, fue la puerta a redescubrir el mundo. Luego decidí trabajar como fotoperiodista y durante esa época, en el periódico, aprendí mucho sobre todo tipo de fotografía.
¿A qué fotógrafos admiras dentro y fuera de Bolivia?
Admiro mucho el trabajo de Wara Vargas, Sara Aliaga y el Gumo (Alvaro Gumucio), son tres de mis grandes amigos. Fuera de Bolivia pues, depende la época que esté transitando, actualmente me encanta el trabajo de Juanita Escobar, Ellen Kooi y Rinko Kawauchi.
¿Qué es lo que más te gusta fotografiar?
Instantes domésticos, cotidianos y luz.
¿De que se trata el trabajo fotográfico que realizas?
Actualmente estoy trabajando sobre la muerte y la relación con la inmaterialidad de la fotografía. Antes la fotografía era objetual, era escritura de luz sobre una superficie sensible, hoy es lenguaje, es inmaterial y es acumulación de datos, está en todos lados, pero a la vez en ningún lado, y esto me fascina y angustia a la vez.
¿Cuáles son los estilos que manejan y te gustan más?
Christian Boltanski dijo una vez: “La fotografía es el fotoperiodismo; el resto es pintura”. Yo me considero más una artista, que fotógrafa como tal. Yo vengo de lo artístico contemporáneo, significo mis mundos y conceptos a través de la fotografía como un medio. La fotografía artística contemporánea es esa fotografía que puede ser documental, puede ser lo que quiera ser, pero siempre es primeramente una idea, un concepto, una teoría, un sentimiento, antes que una imagen.
¿Qué buscas transmitir con tus fotos o con tu trabajo?
Nada en particular. Solo lo hermosamente extraña que es la vida.
¿Qué opinas de la incursión de las mujeres en el fotoperiodismo?
Es necesaria una mirada diferente en el fotoperiodismo. En general, nuestra cultura, nuestra forma de mirar es de alguna manera masculina. Es por eso que, junto a un grupo de fotoperiodistas mujeres, hemos creado un colectivo llamado War-Mi Photo. Yo creo que la discusión ya no está en que, si fue fácil o difícil para nosotras, las que fuimos pioneras en el fotoperiodismo o el documental, la cuestión es, ¿cómo empezamos a representarnos? ¿cómo hacemos consciente nuestra mirada y cómo construimos un discurso propio?.
¿Qué nos puedes decir de las fotografías que presentas en este número?
Las fotografías que presento en este número son parte de un proyecto a largo plazo que vengo trabajando desde hace mucho tiempo, se llama “Memento Mori” que proviene del latín y que significa: Recuerda que morirás. Evoca la inevitable muerte de todos. Las personas se van, los momentos se van, solo nos quedarán las fotografías, datos acumulados, instantes inmateriales.
“Memento Mori” es el registro de una vida, la mía, la de mis abuelas y abuelos y mis hijos. El proyecto empezó hace muchos años, pero cobró relevancia conceptual y estética desde la muerte de una de mis abuelas, a partir de ese momento realmente tuve consciencia de la muerte como algo que significa mi vida y la forma en la que deviene en imágenes. Pero la vida es hermosa y extraña a la vez. Hace un par de días murió un tío muy querido por todos, un golpe bajo de aquellos que da la vida. Su muerte no fue un hecho “natural” como el de mi abuela que murió en su cama, rodeada de todos los que la querían. La muerte de mi tío, en cambio, fue injusta, solitaria (me cuesta imaginarlo). Aún no sé cómo significar su muerte.
¿Qué mensaje les darías a los nuevos fotógrafos/fotógrafas y sobre todo a los que trabajan estilos similares al tuyo?
Tengo dos consejos. Mi primer consejo es siempre cuestionar y cuestionarse, y siempre ser lo más honesto que puedas ser. Y mi otro concejo sería: leer, y leer mucho sobre fotografía. Algunos autores básicos para empezar son: Joan Foncuberta, Susan Sontag, Roland Barthes, Walter Benjamín, Rosalind Krauss, etc.
Un libro que estoy leyendo actualmente es: “La Desmaterialización Fotográfica” de José Pablo Concha Lagos, un libro por demás recomendado para los que quieran indagar sobre las implicancias filosóficas y metafísicas del paso de la fotografía analógica a la digital o numérico-binaria.
“Antes la fotografía era objetual, era escritura de luz sobre una superficie sensible, hoy es lenguaje, es inmaterial y es acumulación de datos”
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